Expedientes ALFA - OMEGA

Misterio e intriga de principio a fin... curiosidades, hechos bizarros e increibles, lo "paranormal": todo lo diferente a la cotidianeidad tiene lugar en esta bitacora de fenomenos e interrogantes de dificil respuesta... porque ¡aún no hemos perdido la capacidad de asombro!

domingo, febrero 29, 2004

Esta reseña solo podremos hacerla cada cuatro años... y es nuestra primera ocasión para efectuarla en internet.

"...Febrero, con un día extra

Ventajas y desventajas de un bisiesto

El día de los ñoquis llega con sus antiguas leyendas e historias de confusiones

La fecha no es poca cosa para el calendario, mucho menos en nombres y hechos
Por ejemplo, fue un 29 de febrero cuando la piedra movediza estremeció a Tandil


Este 2004 tendrá doce meses de ñoquis. Sí, hoy los gordos podrán pedir el plato y cumplir con la tradición nacida en el norte de Italia en lo que fuera un humilde homenaje a San Pantaleón.

Sí, porque hoy es 29 de febrero, entonces, el plato también se volverá bisiesto y nadie vivirá con culpa la gula ni la glotonería. Es más, muchos se sentirán con más derechos porque volverán a tener su día de cumpleaños. Serán aquellos que viven con la dicha, o la desdicha, de haber nacido en una fecha que desaparece durante tres años.

"Nunca supe bien qué hacer: a la gente que me saludaba el 28 les tenía que decir que aún mi cumpleaños no había llegado y a los que me felicitaban el primero les decía que ya había pasado. Es como que siempre viví desactualizado", comentaba hace unos años un confundido cuarentón: Reginaldo Montes.

El hombre de la confusión, en realidad lo que lograba era confundir a todos sus interlocutores, contando historias de astronomía y de la edad que tenía.

Finalmente nadie le entendía, los años pasaban, él nunca cumplía y en ese enredo se sacaba varios años más de los que tenía.

En 1542

La historia nos cuenta que el año bisiesto se acordó en 1542 por el papa Gregorio XIII y por eso a nuestro calendario se lo llama Gregoriano. Hace unos años, el lector Juan Manuel Melian explicaba en una carta a LA NACION: "La duración de un año es de 365 días, seis horas y ocho minutos. Si sumamos el excedente de 365 días, nos quedan seis horas y ocho minutos; si multiplicamos seis por cuatro nos da un día cada cuatro años, que se agrega al mes de febrero, que corrientemente es de 28 días. La diferencia de ocho minutos que restan de cada año se compensan al final de cada siglo. Si el siglo cayera en bisiesto...." Y así seguía. Y eso es lo que don Reginaldo Montes nos decía y nadie entendía. Más bien su relato no era otra cosa que una verdadera comedia de enredos y situaciones. Todo un vodeville.

"Año bisiesto, ni viña, ni huerto" supersticiaban los españoles y así el mundo se fue llenando de historias y leyendas de personajes nacidos en el día del ñoqui que iba y venía.

Por ejemplo, que en 1904 nació en Alemania un hombre que se caracterizó por tener un nombre cristiano por cada letra del alfabeto: Adolph Blaine Charles David Earl Frederick Gerald Hubert Irvin John Kenneth Lloyd Martín Nero Oliver Paul Quincy Randolph Sherman Thomas Uncas Víctor William Xerxes Yancy Zeus Wolfeschlegelksteinhausenber.

Pero los 29 nos dieron aún muchos más nombres y hechos. Por ejemplo el nacimiento del papa Paulo III (1468) o del compositor Gioachino Rossini (1792). Pero pasaron más cosas que platos de ñoquis.

En Tandil

Era un año bisiesto aquel de 1912 cuando los espléndidos y serranos campos de Tandil se estremecieron. Porque fue ese 29 de febrero cuando la piedra movediza de 434 toneladas de granito dejó de hacer equilibro en un punto para dejar temblando a todo un pueblo y un mito. Otro dicho: "Año bisiesto, año siniestro".

Y hubo más y con mayor fortuna, por ejemplo, cuando en 1940, un día como hoy "Lo que el viento se llevó" se quedó con ocho Oscar de la Academia. Ocho también fueron los premios Grammmy que cosechó el extraño Michael Jackson en 1984.

Cuando comenzó la añorada década de los 60 se abrió en Chicago, en donde si no, el primer Playboy Club. Y en 1996, apenas hace dos años atrás para los que hacen trampa con su nacimiento, Rusia lanzaba al espacio la Soyuz TM-23.

Muchos, sin embargo, más allá de la quita de los años, se quejan por los regalos. "¡Claro, como nunca cumplo años nadie me regala nada!", dramatizaba Montes en aquellas viejas charlas de enredos y confusiones.

Sin embargo son mayoría los favorecidos. Por ejemplo, a todo chico irlandés que nazca a partir de hoy se le regalarán 100 euros. ¿Y por qué a ellos? Bueno, ocurre que el gobierno irlandés considera que los nacidos en años bisiestos son sumamente especiales. Así lo aseguró la ministra de Asuntos sociales Mary Coughlan. "¡Mejor que pan, 100 euros bajo el brazo!", se hubiese contentado Montes, pero a Reginaldo los años ya le quedaron lejos, como sus confusos consejos.

Otro dato: desde que se instituyó el Gordo de Navidad, en 1893, hubo hasta hoy 29 números que nunca salieron y, precisamente, entre ellos, el 29.

Pero el azar les volverá a jugar una mala pasada a los cumpleañeros de cada cuatro años. porque ni siquiera podrán apostarse a su día, porque hoy es domingo y no hay quiniela para que llegue San Pedro (el 29 en el argot).

"¡Viste qué desgracia, yo sí que debo tener una piedra mucho más grande que la movediza de Tandil!", hubiera dicho Reginaldo.

"¡Y claro, si se cayó en la misma fecha en que naciste!", le hubieran contestado. "Dedicate a los ñoquis, no confundas más a nadie y comé callado."

Por Mariano Wullich

De la Redacción de LA NACION..."

sábado, febrero 28, 2004

No fue en el Triángulo de Las Bermudas ni nada similar... un insigne barco que desapareció hace más de un siglo acaba de ser localizado... y ¡las curiosidades son muchas!

"...EN LAS COSTAS DE ESSEX, AL SUR DE INGLATERRA

Hallaron el buque que utilizó el explorador inglés Charles Darwin

Fue en el que se embarcó para llegar a América en su trabajo sobre la evolución de las especies. En ese viaje pasó por Argentina. Al barco lo encontraron científicos de la Universidad de St. Andrews.

LONDRES. . EFE.

Se resolvió finalmente uno de los grandes misterios navales. El buque en el que viajó el explorador inglés Charles Darwin (1809-1882) en su trabajo sobre la evolución de las especies, el legendario "HMS Beagle" que llevaba un siglo desaparecido, fue encontrado por un grupo de expertos en las costas de Essex, al sudeste de Inglaterra.

El grupo de científicos de la Universidad de St. Andrews, en Escocia, liderado por el arqueólogo marino Robert Prescott, confirmó ayer que el buque hallado es el mismo en que viajó Darwin. "Con ayuda de potentes radares hicimos una exploración arqueológica en las profundidades del estuario del río Roach, cerca de un embarcadero abandonado y hallamos el buque bajo tres metros de fango. Y cerca de él —explicó Prescott—, muchos objetos del período victoriano que pertenecían a ese buque."

La embarcación, con su parte inferior y el casco casi intactos, había sido botada en 1820 en el astillero de Woolwich, Londres, a orillas del río Támesis. Era un bergantín de unos 30 metros de eslora equipado con diez cañones, un barco de guerra común en la armada inglesa de la época.

Tras varios años de servicio militar, la marina remodeló el "HMS Beagle", que quedó convertido en una barco de investigación hidrográfico al mando del capitán Robert Fitzroy.

En diciembre de 1831, el bergantín empezó la singladura en la que cimentó su fama, con un joven e intrépido naturalista inglés llamado Charles Darwin a bordo. Durante 5 años, Darwin surcó los mares del mundo y centró sus investigaciones en las Islas Galápagos y en el extremo meridional de Sudamérica. Estuvo en Brasil, en Uruguay y, desde la desembocadura del río Negro, llegó a Carmen de Patagones.

Una vez desembarcado, Darwin se dirigió al río Colorado, donde se entrevistó con Juan Manuel de Rosas, para luego seguir hasta Bahía Blanca, recorrer la Sierra de la Ventana —descubrió el yacimiento fosilífero de Punta Alta, que encerraba a grandes mamíferos extinguidos— y llegó a Buenos Aires justo cuando las tropas rosistas sitiaban la ciudad. Entonces, volvió a embarcarse para dirigirse a Santa Cruz, donde remontó el río del mismo nombre hasta sus fuentes. Por fin, llegó hasta Tierra del Fuego, pasó a Chile y se internó en la cordillera de los Andes.

Darwin regresó a Inglaterra en 1836, con cientos de anotaciones analizadas meticulosamente en un pequeño camarote del "HMS Beagle". Con ellas desarrolló su influyente teoría de la selección natural que plasmó en el libro "Sobre el origen de las especies", de 1859.

Mientras esta doctrina evolucionista —denominada en su honor "darwinismo"— causaba furor en el mundo del siglo XIX, el barco que fue crucial para la teoría caía en el olvido.

Lo único que se sabía hasta ahora es que, tras el viaje de Darwin, el navío había pasado a servir en el Servicio Aduanas de Inglaterra con el fin de perseguir a los contrabandistas en la costa del condado de Essex. Pero el profesor Prescott logró averiguar que el buque estuvo anclado durante años en aguas del río Roach, donde varias familias de guardacostas hicieron de la nave su morada. Por algunos archivos históricos, Prescott descubrió después que se había vendido en 1870 en una subasta a unos comerciantes de chatarra.

"La parte superior del barco puede haberse perdido, pero queda la parte inferior y el casco. Y, quién sabe —dijo el científico—, los vestigios del viaje de Darwin que pueden continuar allí abajo todavía".

Curiosidad del destino: en honor a este buque bautizaron "Beagle 2" al robot enviado a Marte por la Agencia Espacial Europea para explorar vestigios de vida. La misma que desde diciembre se encuentra perdida en un cráter de la superficie marciana..."
Parque Jurásico ¡bajo cero!

"...DESCUBRIMIENTO DE CIENTIFICOS ARGENTINOS Y ESTADOUNIDENSES

Hallan en la Antártida restos fósiles de dos nuevos tipos de dinosaurios

Uno estaba en el fondo del mar. Otro fue encontrado en una montaña. Estarían relacionados con los feroces velocirraptores y con herbívoros.

WASHINGTON. . EFE.

Una misión conjunta de paleontólogos argentinos y estadounidenses descubrieron en dos puntos de la Antártida los restos fosilizados de lo que se cree son dos especies de dinosaurios desconocidos hasta ahora, informó ayer la Fundación Nacional de las Ciencias de EE.UU.

Los investigadores argentinos son de La Plata. Marcelo Reguero, paleontólogo, es investigador del CONICET, y su lugar de trabajo es el Museo de Ciencias Naturales de La Plata. Con él viajó el técnico Juan José Moly. La esposa del paleontólogo, Liliana de Reguero, dijo anoche a Clarín que "mi marido se dedica a esto desde 1987, y ésta es la vez 17 que él va a investigar a la Antártida. Esta es una campaña de verano, de dos meses. Ahora está en la base Marambio y vuelve el domingo en un avión de la Fuerza Aérea".

Uno de los fósiles que descubrió la misión es de un dinosaurio carnívoro. Lo encontraron en el fondo del mar y se cree que pertenece a un grupo de saurios emparentados con los poderosos tiranosaurios y los más pequeños pero igualmente voraces velocirraptores, personificados en la película "Parque Jurásico".

Al otro conjunto de fósiles, de una especie herbívora, la encontraron en una montaña una semana después, informó la Fundación que financió las investigaciones.

Además de los argentinos, participaron investigadores de las universidades de Minot State (Oklahoma) y del Instituto Geológico de Dakota del Sur.

Los huesos y dientes del nuevo dinosaurio han hecho pensar que representan una población de carnívoros que sobrevivió en la Antártida mucho más tiempo que otros depredadores, dijo Judd Case, miembro del grupo.

La forma de los dientes y los huesos es característica de los terópodos, dinosaurios que caminaban sobre dos patas como las aves.

James Martin, curador de la Escuela de Minas y Tecnología de Dakota del Sur, explicó que la forma de los huesos de una pata y los de un pie sugiere que el animal tenía una altura de entre 1,8 y 2,4 metros.

Los restos fosilizados del animal, que vivió en el Período Cretáceo —entre 65 y 144 millones de años atrás—, fueron descubiertos en la isla de James Ross de la península Antártica. En aquella época el clima de esa región era mucho más cálido y húmedo.

"Lo sorprendente es que estos animales con características más primitivas en general no lograron sobrevivir en otros lugares como lo hicieron en la Antártida", señaló Case. "Por cualquiera que sea la razón, sobrevivieron mucho más tiempo en el Continente Antártico".

Casi al mismo tiempo, y a miles de kilómetros, en el monte Kirkpatrick, un equipo encabezado por el investigador William Hammer, del Colegio Augustana de Rock Island, Illinois, encontró lo que se cree que es la pelvis de un saurópodo primitivo, un herbívoro. El hallazgo ocurrió en una zona que era el cauce de un río antes de que millones de años de actividad tectónica la convirtieran en una montaña.

Los descubrieron de forma conjunta Hammer y su colega Peter Braddock cuando realizaban una búsqueda informal de fósiles. "En broma le dije que mantuviera los ojos puestos en el suelo, que buscara cosas extrañas en la roca", según relató Hammer.

Dijo que el hueso era mucho más grande que el correspondiente a un criolofosaurio, que Hammer había descubierto también en la Antártida en 1991.

Tras un análisis de los huesos, determinaron que la pelvis medía más o menos un metro y que pertenecía a un saurópodo primitivo que vivió en la región hace unos 200 millones de años, mucho antes que el tiranosaurio encontrado en la península antártica.

Hammer dijo que ambos casos permiten concluir que el Continente Antártico ha entregado los restos de dos nuevas especies de animales que poblaron el pasado remoto de la Tierra..."

Fuente: Clarín.

viernes, febrero 27, 2004

La imagen mental de un oso polar es siempre de un blanco inmaculado. Pero: ¿osos polares verdes?

"...Osos polares se vuelven verdes en zoológico de Singapur

Inuka sigue teniendo verde su pelaje hasta que sea sometido a tratamiento.

25 de febrero, 2004

Actualizado: 1:38 PM hora de Nueva York (1838 GMT)

SINGAPUR (AP) -- Dos osos polares del zoológico de Singapur se han puesto verdes... literalmente.

Los pelajes habitualmente blancos de Sheba y su hijo de 13 años, Inuka, se tornaron de ese color hace algunas semanas debido a un alga que crece en su pelo, explicó Vincent Tan, portavoz del zoológico.

"El alga, inocua, es consecuencia de las condiciones climáticas templadas y húmedas tropicales de Singapur", agregó Tan.

Los osos polares tienen un pelaje claro que parece blanco porque refleja la luz.

El pelaje de Sheba pudo ser blanqueado con éxito utilizando peróxido de hidrógeno hace más de dos semanas, mientras que a Inuka se le dará un tratamiento similar dentro de tres, indicó Tan.

El zoológico quería observar la reacción de Sheba al tratamiento antes de blanquear a Inuka, comentó.

Por el momento, Inuka sigue manchado de verde, sobre todo detrás de las orejas, en la espalda y las piernas.

A tres osos polares del zoológico de San Diego les sucedió lo mismo en 1979, pero se les curó con una solución de sal, según el sitio de Internet de Polar Bears International, un grupo sin ánimo de lucro con sede en Norteamérica.

Copyright 2004 The Associated Press. Derechos Reservados..."

Fuente: CNN en Español.

miércoles, febrero 25, 2004

Las vanguardias, por su propio caracter de avanzada, cambian continuamente. Adios al posmodernismo, bienvenido hipermodernismo!

"...Gilles Lipovetsky: "Es estúpido ser antinorteamericano"

El filósofo posmoderno levanta polémicas

PARIS.- A Gilles Lipovetsky le gusta Whitney Houston. "Y también Celine Dion, y pasear por un shopping. Además, me emocioné con "Titanic"", agrega. Doblemente escandaloso. No sólo porque es un gran intelectual, sino un gran intelectual francés y, por ende, se supone que no debería dejarse seducir por el arte de masas. Menos aún, por el norteamericano.

Pero el sociólogo y filósofo devenido en oráculo de la posmodernidad gracias a libros como "La era del vacío", "El imperio de lo efímero", "El crepúsculo del deber" y "La tercera mujer" está acostumbrado a ser un llanero solitario en las academias, conocido por no participar en los debates calientes entre sus pares.

Pierre-Henri Tavoillot, uno de sus legendarios editores en Grasset, lo califica de "electrón libre, que no necesita de las polémicas para hacer avanzar su pensamiento".

Por eso ahora, mientras la filosofía reflota los temas clásicos, él se basa en lo cotidiano, el consumo, la moda, el placer. Mientras se habla de terrorismo, él prefiere dedicarse al "terrorismo de los intelectuales", es decir, "a la forma en que a uno lo tratan si no le gusta el arte moderno". Mientras el mundo se sacude por los fundamentalismos que reniegan de los principios básicos de la modernidad, su último libro explora el lujo. Al tiempo que asegura que la posmodernidad, famosa palabra que lo hizo famoso, ya no existe, y que ha sido reemplazada por una "hipermodernidad". Si bien seguimos buscando el placer inmediato, una nueva ansiedad por el futuro nos impide disfrutarlo.

Gilles Lipovetsky, de 63 años, es profesor de la Universidad de Grenoble, ciudad que alterna con la capital francesa. En sus trabajos revindica el empirismo de Tocqueville y es considerado la contracara de Pierre Bourdieu, con su lucha de clases. "Bourdieu no le prestaba atención a los cambios", dice con su voz tranquila, en diálogo telefónico con LA NACION.

Si bien es el gran estudioso del consumo, asegura ser bastante inmune a él. Después del éxito editorial de "La era del vacío", que lo catapultó al estrellato, asegura que lo único que cambió en su vida fue que se propuso comprar una soñada tabla de windsurf. Sobre ella, desde entonces, es común verlo disfrutar de los lagos franceses cuando no está enseñando, dando conferencias alrededor del mundo, o explicando por enésima vez que no todo lo superficial es, necesariamente, superficial.

-Su libro "El lujo eterno" acaba de ser publicado en Francia. ¿No le parece insignificante ponerse a pensar en el lujo en los tiempos dramáticos en que vivimos?

-Hoy puede parecer no sólo insignificante, sino hasta indecente. Pero las críticas olvidan un punto esencial: el carácter universal y antropológico del lujo. No se puede pensar en la humanidad sin pensar en el lujo, porque a través de él el hombre demuestra que no es un animal y que su horizonte no se limita a la subsistencia, a la conservación y a las necesidades. Shakespeare lo dijo bien: "Sacad al hombre lo superfluo y le quitaréis parte de su humanidad". De cualquier manera, lo que yo quiero no es hacer una apología del lujo, sino demostrar que hoy lleva la impronta democrática, lo cual es revolucionario.

-¿Cuál es la relación entre el lujo y la democracia?

-Obviamente, es una relación reciente. A lo largo de la historia, el lujo siempre sirvió para alabar a Dios. Es decir, era la expresión de una jerarquía, que no es, precisamente, un orden social democrático. Tradicionalmente, el lujo fue la forma de marcar las diferencias. Esto lleva una contradicción aparente con el principio de igualdad de la democracia, pero en los últimos años se demostró que pueden llevarse muy bien. Porque con los medios de comunicación masivos, el lujo dejó de parecer algo inaccesible. Viajes, marcas, autos... Todo el mundo puede soñar con ellos. Si bien en Europa en el último año una de cada dos personas compró un artículo de lujo, siguen siendo caros. Es decir que la gente de clase media o baja no necesariamente puede acceder a ellos, pero al menos se democratizó el deseo del lujo. Todos lo ven como un derecho. Al mismo tiempo, el lujo (no importa si en la forma de un castillo, un yate o un perfume) tradicionalmente sirvió a los individuos para marcar su diferencia de clase respecto de otros. Hoy eso sigue existiendo, pero también tenemos un nuevo "lujo emocional". Es el que se consume no para impresionar a otros, sino para experimentar nuevas sensaciones. Le doy un ejemplo: un chofer de taxi de París me contó que una vez al año va con su mujer a comer a un restaurante carísimo. No es que quiera impresionar a nadie. Lo hace por la experiencia que significa, por el placer y la excitación que le da el programa. El lujo en nuestros tiempos hipermodernos ya puede despegarse de la lógica de la distinción de clases.

-Hablando de lujo, una de las frases suyas más famosas es que "la moda suaviza los conflictos sociales". ¿Hay que mandar diseñadores a Irak?

-No es para tanto. Lo que pasa es que la moda, para mí, es análoga en todo el mercado de la sociedad de consumo. La sociedad hoy funciona como la moda, porque cambia todo el tiempo y todo es descartable. Es la sociedad Kleenex. Cambiamos de auto, de televisión, de canal de televisión, como de ropa. La sociedad de consumo funciona sobre la base de la superficialidad. La prueba está en la preponderancia de la publicidad, que es una comunicación frívola, totalmente exterior. El consumo de masa ha transformado nuestro modo de vida. Refuerza el deseo de bienestar individual a la vez que destruye las grandes pasiones colectivas en torno de revoluciones, nacionalismos histéricos y demás. Es en ese sentido en el que digo que la moda, o la superficialidad, refuerza los nexos democráticos. Pero atención: le da legitimidad a las democracias. Por algo es que en nuestros tiempos superficiales no ha habido guerras mundiales, ni conflictos mayores. Justamente, muy distinto es los que pasa en Medio Oriente o en los países africanos.

-Es decir que la frivolidad es algo muy bueno, si queremos un mundo más pacífico.

-La frivolidad es algo muy bueno, y en eso soy completamente antiplatónico. Platón consideraba que todo lo superficial era malo y peligroso. Yo creo que la historia va a rehabilitar a lo superficial. Lo superficial, obviamente, no arregla todo. Pero echarle la culpa de todo también es una locura. Los intelectuales suelen criticar el consumo, la publicidad, los medios. Si los problemas son el desempleo y la crisis económica, entonces, ¿por qué no critican, mejor, las regulaciones, los contratos sociales, la educación de los chicos? Los intelectuales critican el consumo sin parar ellos mismos de consumir. Lo que está bien, porque el hedonismo, que está tan vinculado con el consumo, es antropológico.

-Si lo que importa es el consumo y el placer inmediato, ¿por qué sostiene en "Los tiempos hipermodernos", otro libro que acaba de publicar, que ya no vivimos en un mundo posmoderno, si justamente tenía esas características?

-El concepto de posmodernidad hoy ya no es el correcto para describir la realidad. Como mucho, "posmodernidad" servía para describir la década del ochenta, una década de relativa tranquilidad, en la que lo que importaba era solamente el hedonismo del presente. La hipermodernidad, por el contrario, es la revancha del futuro, y ésa es la gran paradoja: por un lado, es la sociedad de la publicidad, la que busca el placer inmediato. Pero, al mismo tiempo, no lo puede disfrutar porque le pesan una enorme ansiedad sobre el futuro, fruto de las crisis económicas, del desempleo, y un creciente temor en temas de salud, virus y epidemias, como se vio con el sars. Es la ideología de la prevención, no la del disfrute. Es la que se preocupa por un futuro profesional incierto y por la educación de los niños en un contexto conflictivo.

-Respecto de la educación de los chicos, ¿qué opina de la prohibición de usar velo islámico para la escuela en Francia?

-No me convence. Desde un punto de vista liberal, que una mujer quiera taparse toda es inobjetable. Es parte del derecho de cada uno a vestirse como quiera. Por otro lado, está el principio de laicidad en la educación, que el Estado francés defiende a rajatablas. Sin embargo, sostengo que este principio no debe alcanzar a los alumnos sino a los profesores. O sea, obviamente no me parece que se les debería permitir a los profesores llevar símbolos religiosos ostensibles, pero respecto de los alumnos, no está tan claro. Además, una cosa es una chica que lleva apenas la cabeza cubierta y otra distinta es la que está toda cubierta y a la que sólo se le ven los ojos, con lo cual no puede participar, como todos, en las actividades escolares. El asunto se complica aún más si pensamos en que no todos los casos son iguales. Hay mujeres que llevan el velo islámico por imposición y otras por elección. En todo caso, a las que se les impone, ¿qué les va a ocurrir si no se las deja entrar en la escuela? Es más probable que se precipiten en los brazos de un islamismo fanático antes de que se descubran.

-¿Cómo se relaciona el 11 de septiembre con la hipermodernidad?

-Es una manifestación, no una consecuencia. La hipermodernidad liberó en su máxima potencia los tres factores que hacen a la modernidad: el individualismo, que se convirtió en el individualismo hedonista; el mercado, que se convirtió en la globalización extrema, y la tecnología, que llegó a límites impensados, como la clonación. Una escalada de modernidad naturalmente no tiene por qué agradar a los enemigos de la modernidad. Sobre todo, porque otra forma de verlo es como una norteamericanización extrema del mundo. Ahora, dentro del gran cambio de la civilización del que es parte, el 11 de septiembre será visto como un caso dramático, pero no de gran importancia.

-La guerra de Irak, ¿también es una guerra hipermoderna?

-Sin duda. No es una guerra colonial ni mundial, como lo eran las guerras propiamente modernas, sino que es una guerra de la hiperpresencia americana, del hiperdominio norteamericano.

-¿Qué opina del antinorteamericanismo que esto causa en Europa, sobre todo entre los intelectuales?

-El antinorteamericanismo no es algo nuevo. Desde fines del siglo XIX hay manifestaciones semejantes, y en el período de entreguerras se consolidó esa imagen de cowboys, sin gusto: la famosa figura del ugly american . Pero hay que hacer una distinción entre la política exterior de George Bush y la crítica hacia los Estados Unidos. Suena elemental, pero en Europa la gente lo olvida. Y si lo que se critica, como lo hacen tantos intelectuales, es el american way of life , no podría estar menos de acuerdo. ¡El american way of life hoy es nuestro modo de vivir, el de los franceses! El consumo, la televisión, los jeans, el pop, el rock, son nuestra vida cotidiana como europeos. Régis Debray, por ejemplo, denuncia a Estados Unidos por ser una sociedad donde sólo importa el dinero. ¿Y cuál es, entonces, el papel del mercado en Francia? El antinorteamericanismo, como ideología, es una estupidez. Es un viejo reflejo antiindividualista y antidemocrático. Obviamente, hay aspectos de la cultura americana que son más difíciles de aceptar. Personalmente, por ejemplo, creo que me sentiría más cómodo viviendo en la Argentina, que es más europea y en algunos aspectos más refinada, que en los Estados Unidos. Pero eso no tiene nada que ver con que los norteamericanos siguen siendo los grandes defensores de los valores democráticos y que se los deba respetar por ello.

-Pero usted es, además, un conocido defensor de ciertos fenómenos del arte popular norteamericano que no suelen ser muy bien vistos por los intelectuales....

-Hay que acabar con el terrorismo intelectual, esa idea de que los intelectuales son los árbitros del gusto. Por ejemplo, todos coincidimos en que el film "Titanic" fue puro negocio. Pero, ¿quién no se emocionó al verlo? No hay ningún criterio para menospreciar esto. Si una obra tiene éxito es que expresa algo que llega a la gente, y que es un producto bien hecho. Yo me quedo mil veces con un producto bien hecho que con obras de arte "culto" que dejan a todos helados. La gente no es estúpida. Se da cuenta de que en el arte de hoy en día no hay sentimientos y de que los artistas buscan ser subversivos y contestatarios ante una sociedad que no lo es.

-En una sociedad de hiperconsumo, ¿el verdadero arte será la publicidad?

-No necesariamente, aunque muchas veces hay más creatividad en la publicidad que en las obras de arte. Las primeras vanguardias tampoco buscaban la belleza, pero crearon cosas nuevas. Ahora no hay ni búsqueda de la belleza ni novedad. De vez en cuando surgen cosas nuevas, como el museo Guggenheim de Bilbao. Frank Gehry, el arquitecto, trajo una estética que tuvo impacto y que la gente disfrutó. Pero a pesar de que a tantos le gusta el arte (la prueba está en los millones que concurren a los grandes museos), se sienten ajenos a lo nuevo que se ve en las galerías, que por algo están siempre vacías. Por ahora lo único que veo es el arte de las instalaciones y de las performances, que es muy repetitivo y vacío. Pero si uno dice que no le gusta el arte moderno, lo tratan como a un terrorista. Al mismo tiempo, en el arte comercial hay obras formidables, pero hoy el artista es el que está afuera del mercado. El otro es el que está "haciendo un negocio", y eso no cuenta. Esto es ridículo... ¡Justamente cuando el placer se ha convertido en el eje de nuestras vidas!

Por Juana Libedinsky
Para LA NACION..."

Tomado de: La Nación.

lunes, febrero 23, 2004

Como adicto que confieso ser, esta noticia va contra mis principios... sin embargo, la incluyo en esta bitácora de lo insólito porque va contra las ideas comunmente aceptadas.

"...LOS HOMBRES SON LOS QUE MAS ACUSAN LAS CONSECUENCIAS

El café afectaría el rendimiento laboral, según un estudio de una universidad británica

Lejos de mejorar el rendimiento, el café que muchas personas beben durante los descansos podría empeorarlo y afectar al trabajo hecho en equipo, según sugiere un estudio británico, en el que además establece que los hombres son los que más acusan las consecuencias.

Los psicólogos de la Universidad de Bristol (Reino Unido) http://www.bris.ac.uk/ , responsables de la investigación, explican que el aumento de las dosis de cafeína influye en las emociones de los hombres y entorpece la realización de una serie de tareas.

Se analizaron los casos de 32 bebedores de café a los que se les dijo que iban a tomar esta bebida descafeinada, con un tipo de cafeína dirigida a incrementar sus habilidades o con una clase que podría causar estrés. En realidad, sólo la mitad de estos sujetos recibieron café con cafeína (200 mg).

Cuando se pidió a los participantes que realizaran una tarea estresante, aquellos que creían haber tomado la bebida con propiedades favorecedoras, según apuntan los autores, "presentaron frecuencias cardíacas más altas y emplearon un menor número de estrategias para hacer frente a las tareas, lo que quiere decir que mostraron un mayor estrés".

En este sentido, el café o el pensar que se ha ingerido un tipo de cafeína que mejora el rendimiento empeoró la capacidad de hablar en público, pero no afectó a las tareas matemáticas.

Además, el estudio, publicado por el Consejo de Investigación Económica y Social de Reino Unido, afirma que cuando los individuos se distribuyeron en grupos, para llevar a cabo una simulación de supervivencia, los descansos redujeron el estrés mientras que tomar café disminuyó el trabajo de equipo. Son varios los puntos de vista que coinciden con el señalado por los psicólogos británicos, sin embargo otras teorías contrarias destacan que la cafeína puede incrementar la confianza, la sociabilidad o incluso despabilar al que la tome..."

Tomado de: Clarín.

P.D.: no me creo este enfoque tan feminista, pero, en fin...
Presencia iniciada en el Primer Mundo y asombrosamente continuada desde las profundidades del subdesarrollo.

"...Memoria

Centenario: la aventura antártica

Hace un siglo, la Argentina se instalaba en las islas Orcadas del Sur, en el norte de la Antártida, e iniciaba una epopeya en la zona más austral del planeta que, de manera ininterrumpida, continúa hasta hoy

Hoy se cumplen 100 años de la ocupación ininterrumpida, por parte de la República Argentina, de las instalaciones erigidas en la Isla Laurie del Grupo de las Orcadas del Sur, que en un principio constituyeron el Observatorio Meteorológico y Magnético argentino. Dichas islas fueron descubiertas por el lobero inglés George Powell, quien a bordo de su barco "Dove", buscando loberías más al Este de las conocidas, llegó el 6 de diciembre de 1821 a sus playas. El grupo está formado por un conjunto de islas montañosas y escarpadas, entre los paralelos 60° y 61° de latitud Sur y entre los meridianos 44° y 47° de longitud Oeste, de las cuales las dos más grandes se llaman Laurie, la oriental, y Coronación, la occidental. Las dos más pequeñas son llamadas Powell, como su descubridor y Signy, completando el grupo numerosas islas menores, islotes y arrecifes.

Por su posición geográfica, cercana al mar de Weddell, su clima, que recibe la influencia de esa gran masa de agua muy fría, hiela en invierno el mar que rodea sus costas, cubriendo además de nieve y hielo las laderas de sus montañas que en general descienden al mar en forma abrupta.

Con motivo de las recomendaciones del VII Congreso Internacional de Geografía de Berlín de 1899, que instaba a las naciones a incrementar el conocimiento de aquellos parajes del mundo que permanecían inexplorados, la Real Sociedad de Geografía de Escocia organizó una expedición a aguas antárticas. En noviembre de 1902 puso proa a la Antártida el bergantín "Scotia", en una expedición al mando de William Bruce, con el objeto de adentrarse en el mar de Weddel, cosa que hizo al llegar en enero del año siguiente, explorando hasta los 65° de latitud Sur y 17° de longitud Oeste, donde lo detuvo el pack formado por el agua helada. Decidió entonces dirigirse a las Orcadas, islas que ya conocía de un viaje anterior, y penetró en una bahía situada en la costa sur de la isla Laurie.

Como esto ocurrió a fines del mes de marzo, el mar de la bahía se congeló y atrapó en el hielo al "Scotia" (esa bahía hoy lleva su nombre). A raíz de ese hecho, Bruce y sus compañeros de aventura decidieron quedarse a invernar en tierra, para lo cual construyeron una precaria casilla de madera, forrada con lona y protegida por fuera con piedras, a la que llamaron Omond House, en honor de uno de los patrocinadores de la expedición. A ella agregaron otra pequeña casilla para la instalación del instrumental meteorológico y de medición del magnetismo terrestre.

La comisión que se destacó para vivir en tierra estaba compuesta por seis científicos, encabezados por el meteorólogo Robert Mossman, y comprendía a geólogos, naturalistas y biólogos. Producido el deshielo, Bruce decidió en noviembre dirigirse a Buenos Aires, ya que su barco necesitaba reparaciones, y dejó a la comisión científica en tierra.

Al llegar a la capital, el expedicionario se encontró con una gran urbe, con sus edificios y palacios que comenzaban, en ese principio de siglo, a surgir en la parte norte de la ciudad. También se encontró con una población ya acostumbrada a recibir pioneros de las expediciones al sexto continente y entusiasmada por el reciente regreso triunfal de la Corbeta "Uruguay" del rescate de la expedición del doctor Nordensjöld. También se contactó con algunos científicos argentinos y consideró la posibilidad de que, una vez retirados Mossman y sus colaboradores, otra comisión continuara efectuando los estudios y observaciones iniciadas, para lo cual ofreció al Gobierno argentino la venta de las instalaciones. El perito Francisco P. Moreno y Walter Davis, director de la Oficina Meteorológica Argentina, visitaron a Carlos Ibarguren, subsecretario del Ministerio de Agricultura, que inmediatamente comprendió la importancia que tendría para el país --no sólo por el interés científico, sino también por el político y el práctico, ya que con la compra de las instalaciones en la isla Laurie se tomaría posesión del territorio-- e interesó al Presidente de la Nación, Julio A. Roca, quien el 2 de enero de 1904 firmó el decreto aceptando la transferencia. La transacción se hizo en la suma de 5000 pesos pero, por especial pedido de Bruce, la suma no apareció en el decreto, ya que deseaba que la transacción se tomara como una operación privada y no como una transferencia oficial entre gobiernos. La operación trajo largos años de protestas diplomáticas del Reino Unido, que reclamaba la soberanía de las islas, pero sin fundamento, ya que la operación había sido privada, sin intervención de la legación inglesa.

En febrero de 1904 regresó el "Scotia" a la isla Laurie transportando a la comisión que quedaría a cargo del observatorio, y el 22 se realizó el traspaso, arriando el pabellón escocés rojo con un león dorado e izando el blanco y celeste que, a partir de ese día, continuó ondeando sin interrupción. Así se constituyó el primer asentamiento humano permanente, compuesto por Mossman y el cocinero William Smith, que permanecieron otro año más, los argentinos Luciano H. Valette (naturalista) y Hugo Acuña (funcionario del Ministerio de Agricultura) y el alemán Edgar Szmula (meteorólogo).

La vida de esa primera comisión en las precarias instalaciones fue muy difícil, y se conocen sus peripecias a través del relato efectuado en 1906 por Valette quien, luego de describir el paisaje bastante hostil, contaba cómo era la casa, dónde convivían todos en una sola habitación --que además de dormitorio era comedor, laboratorio, etcétera--, bastante "ventilada" por los fuertes vientos helados de 100 km/hora que hacían imposible mantener una temperatura adecuada para el cuerpo humano.

Así fueron los primeros aventurados pasos de los hombres a quienes debemos la ocupación argentina en la Antártida, hombres que fueron forjando ese historial de heroicidad que hoy leemos con respeto y admiración.

Finalmente, el último día del año arribó nuevamente la corbeta "Uruguay" con los integrantes de la nueva dotación que invernaría durante 1905, formada exclusivamente por extranjeros.

No debe extrañar, en aquellos primeros años de la ocupación de Orcadas, la ausencia de argentinos, que en general eran descendientes de latinos, ya que nuestra población no estaba habituada a vivir en regiones polares, al contrario de los anglosajones del norte de Europa.

Esa comisión construyó una nueva casa, compuesta ya por paredes dobles de madera con aserrín en el medio y recubiertas con un material asfáltico llamado ruberoid, que la aislaba del frío. La construcción, que aún existe, fue bautizada años más tarde como Casa Moneta, en honor de un argentino que invernó durante 4 años alternados en el Observatorio, autor del libro titulado Cuatro años en las Orcadas del Sur. Todos los veranos a partir de ése, en los primeros años, continuaron los relevos de las dotaciones y el transporte de carbón, víveres y otros materiales por intermedio de la corbeta "Uruguay" de la Armada, y ésas fueron las primeras operaciones de apoyo logístico en la Antártida. En 1922, la vieja "Uruguay", hoy amarrada en el puerto capitalino, realizó su último viaje a las Orcadas.

A partir de la década del 30, los integrantes argentinos de las dotaciones fueron aumentando en número hasta que, desde 1938, todos fueron argentinos nativos. También las instalaciones se fueron completando con otras construcciones, necesarias para su eficiente funcionamiento.

Ya en los años 40, la Armada comenzó a ampliar sus expediciones visitando las Orcadas con diversos buques de guerra y, en 1951, se hizo cargo de las instalaciones, que pasaron a llamarse Destacamento Naval Orcadas. Las dotaciones de la Armada compuestas por entre 10 y 12 hombres continuaron realizando observaciones meteorológicas, glaciológicas, de flora y fauna, y mediciones de la declinación magnética utilizadas diariamente por el Servicio Meteorológico Nacional y por el Instituto Antártico Argentino.

Cuando se analizan los informes anuales de los sucesivos jefes del destacamento, se comprende la férrea voluntad que debían prestar esos pocos hombres para cumplir con las tareas diarias, sobre todo considerando que sólo una vez al año recibían el reabastecimiento del buque de la Armada, que en ocasiones debía realizar penosas navegaciones en el hielo y difíciles penetraciones a algunas de las dos bahías.

En 1954, al incorporarse a la Armada el rompehielos ARA "San Martín", el problema de las penetraciones fue solucionado, no así el de los témpanos. Pese a los inconvenientes, en cada verano fueron llegando materiales que permitieron seguir ampliando las instalaciones con la construcción de galpones, usinas y frigoríficos. En 1969 se construyó una nueva casa, que fue arrasada totalmente por un incendio en 1975. En 1979, ante la necesidad de modernizar la vivienda de acuerdo con las tendencias que iban apareciendo en el mundo, comenzó la construcción de una casa con paredes y techo de paneles plásticos, montada sobre cabriadas metálicas, que fue finalizada en 1982. También se fueron incorporando modernos equipos de comunicaciones y computación y últimamente se instaló una antena satelital, que no sólo permite efectuar las conexiones radiales con todo el mundo sino que posibilita al personal destinado recibir señales televisivas. ¡Qué diferencia con la vida de aquellos primeros habitantes!

Finalmente, en 1982, junto con el resto de las instalaciones antárticas argentinas, el Destacamento Naval pasó a denominarse Base Orcadas por la Disposición N° 18 del Director Nacional del Antártico.

La ocupación en 1904 de las Islas Orcadas, por parte de Argentina, permite afirmar que ningún otro país del mundo puede ostentar una ocupación efectiva más intensa y continuada en el continente antártico. Esa ocupación brindó incalculables beneficios a la ciencia y a la navegación internacionales durante casi todo el siglo XX que acabamos de transitar.

La visión de los gobernantes de aquel momento, en especial la de Carlos Ibarguren --con quien los argentinos tenemos una deuda de gratitud--, dotado de una estupenda intuición, gestó esta ocupación permanente, pensada a partir de la idea, que él mismo manifestó, de "que era un primer paso tornando así efectiva la posesión de lo que era y es parte integrante de nuestro país".

Por Enrique Inda


Crónica de una hazaña polar

Recuerdos del jefe de la última expedición terrestre al Polo Sur

En la larga e intrépida marcha hacia la conquista del punto más lejano de nuestro territorio, llegar hasta el límite austral, el Polo Sur, resultó para los pioneros antárticos argentinos (desde el legendario general de división Hernán Pujato hasta el general de división Jorge E. Leal, quien lo logró por primera vez) una riesgosa empresa desde mediados del siglo pasado.

En el año 2000, al mando del teniente coronel Víctor Figueroa, se realizó la última expedición terrestre del Ejército, que partió de la Base General Belgrano en noviembre de 1999, llegó hasta el Polo Sur Geográfico en enero del año siguiente, regresó por la misma ruta y arribó casi dos meses después a la base. Fueron más de 54 días.

Figueroa es un hombre de mediana estatura, compacto. Comenta que "a diferencia del resto de las expediciones, la nuestra llegó al Polo Sur y volvió al punto de partida en snowmobile (motos con orugas para la nieve). También la diferenció el no haber contado con apoyo aéreo para la instalación de los depósitos de combustible ni para los reconocimientos de ruta, siendo la primera expedición en el mundo totalmente autónoma."

Los expedicionarios llevaban colocados en la cabeza pasamontañas, anteojos, un casco con abrigo y una visera con protección para los rayos ultravioleta, además del abrigo. Cuando tenían que marchar con blizzard (tipo de viento que arrastra nieve a pocos centímetros de la superficie), se colocaban una campera de goretex.

"En varias oportunidades sentimos frío a punto de congelarnos los dedos --recuerda Figueroa--, generalmente por la inmovilidad a la que estábamos expuestos arriba de las motos a pesar de que todas contaban en ambos manubrios con una resistencia que nos proporcionaba más calor."

Los exploradores tuvieron que enfrentarse con el extenuante desafío de unir la distancia que separa a la base Belgrano del Polo Sur, que en línea recta es de unos 1400 km, aunque las dificultades del terreno los obligaron a realizar entre 10 y 20 km más cada 100 recorridos. En un día soleado, con una temperatura de más de diez grados bajo cero, el 28 de noviembre de 1999, partieron a la conquista del desierto blanco. Detrás del teniente coronel Víctor Figueroa, jefe de la expedición, se encolumnaron el capitán Nicolás E. Bernardi, médico a cargo de los trabajos científicos; el suboficial principal Julio César Dobarganes, técnico mecánico; el sargento ayudante Ramón Rosamel Celayes, técnico topógrafo y navegante; el sargento ayudante Luis Armando Cataldo, técnico polar y navegante; el sargento primero Juan José Brusasca, técnico mecánico de radio y camarógrafo, y el sargento primero Daniel Rafael Paz, técnico mecánico.

Para los casi dos meses que duró el trayecto contaron con siete motos de 540 cc con capacidad de arrastre de 600 kg; diez trineos de metal y once de madera, y 490 kg de racionamiento. A pesar de las muy bajas temperaturas imperantes, Figueroa intuía con qué riesgos se enfrentarían, ya que durante la etapa de entrenamiento habían padecido la presencia de grietas. "A 300 km de la base comenzaron a aparecer los primeros problemas, en la forma de un gran campo de grietas que nos impedía el paso. Entonces tratamos de rodearlas, pero fue imposible porque una serie de glaciares nos obligó a regresar y buscar un pasaje seguro. En ese intento algunos trineos quedaron atrapados. Nos llevó más de una semana sortear ese campo, realizando reconocimientos y sondeándolo. Rogaba que nadie fuera tragado por una de ellas y que la Virgen de las Nieves nos protegiera (llevábamos su imagen para dejarla allá)".

Después de salir airosos del lugar, denominado Paso Saravia, por el cual debieron pasar tres veces para trasladar combustible y víveres, la ruta fue un poco más segura. Sin embargo, se quedaron dos días en carpa a los 82º de latitud sur (en donde funcionó la base Alférez Sobral) a la espera de mejores condiciones de visibilidad. Para la instalación del campamento, Figueroa comenta que se realizaba un sondeo previo con el fin de evitar las grietas y que luego marcaban el perímetro en el que podían moverse, un paso muy tenido en cuenta después de la triste experiencia de 1993, cuando el jefe de una expedición noruega (cuyo objetivo era llegar al Polo Sur y recobrar la carpa de la expedición de Ronald Amundsen, que se encuentra bajo hielo desde 1910) se levantó una noche y desapareció en una profunda grieta a pocos metros de su carpa. "No recuerdo cuántas veces hicimos carpa, pero fueron muchas. Cuando al levantarnos nos encontrábamos con las motos tapadas por la nieve, lo tomábamos con calma y buen humor ."

A mediados de diciembre tuvieron que sortear por más de ocho horas un sector de sastrugis (terreno deformado por la erosión del viento sobre la nieve) de unos 20 kilómetros, cuyas caídas eran tan profundas que era como transitar con las motos por un campo arado con surcos de hasta un metro, por lo cual los vehículos sufrieron un desgaste extra. "Fue durísimo, los trineos se rompían o se daban vuelta continuamente. Seguir era peligroso. Nosotros sabíamos que toda cadena montañosa en la Antártida produce grandes fracturas en los glaciares y abre grietas que se extienden por cientos de kilómetros."

Con el paso de las horas, el blanqueo se convirtió en temporal de viento y nieve, por lo que resultaba peligroso para Figueroa ordenar a sus hombres salir de las carpas. "Dentro de la carpa todo se hacía muy monótono y la incertidumbre me invadía. Para entonces habían pasado tres días, lo que suele durar un temporal en esta época del año (18 de diciembre), pero no nos quedaba más que esperar". Unos días antes de Navidad continuó el mal tiempo, y recién en la mañana del 24 de diciembre el viento calmó. "A veces, sin saber la hora por la luz solar, solíamos mirar alrededor y veíamos un panorama desolador."

"Vamos que llegamos"

Como jefe de la expedición, siempre fijaba una hora de partida y a esa hora todos estaban listos. "Si teníamos que salir a las tres de la mañana, todos felices. Costaba salir del saco de dormir y un rato antes prendíamos el calentador para entibiar la carpa. El desayuno se preparaba estando adentro de la bolsa de dormir, el resto se hacía muy rápido para entrar en calor y, a la voz de "vamos que llegamos" (nuestra muletilla en la marcha), aquél que terminaba primero ayudaba a los demás para arrancar las motos, lo que a una temperatura de -40° no era tarea sencilla."

El fin de año sorprendió a Figueroa y a sus hombres a 440 km del Polo Sur, a pesar de que la idea original era festejar el nuevo milenio con la bandera enarbolada y saludando a los argentinos. El último tramo estuvo colmado de ansiedad. Los expedicionarios no veían la hora de llegar y cuanto más se acercaban a la meta más crecía la incertidumbre. Figueroa sólo rogaba que el GPS (Sistema de Posicionamiento Global) no los traicionara. "Al llegar a los 25 km del Polo Sur debíamos ver los tan esperados puntitos negros de la estación norteamericana Amundsen Scott, pero todavía no observábamos nada. Faltando 18 km aparecieron los condenados puntitos. ¡Habíamos llegado! Entonces sólo era cuestión de tiempo. El 5 de enero de 2000, a las 8, nos abrazamos, sentimos una emoción indescriptible, y aparecieron algunas lágrimas. Habíamos cumplido. Dimos gracias a Dios y a la Virgen de la Nieves, a todos los que colaboraron con nuestra marcha, y entonamos las estrofas del Himno mientras izábamos nuestra bandera celeste y blanca".

Cuando llegaron a la estación norteamericana fueron recibidos por los jefes de la dotación y del cuerpo de científicos, quienes les preguntaron de inmediato: ¿De dónde son y desde dónde vienen? ¿qué medios utilizaron? "Cuando les respondimos que éramos de la base argentina General Belgrano 2 --dice Figueroa--, no podían creerlo. Cuando les dijimos que regresaríamos por el mismo camino, la sorpresa fue aún mayor. Pensaban que volveríamos en algún vuelo Hercúles. Al saber que integrábamos una expedición oficial científica pusieron a nuestra disposición todas las instalaciones (talleres para reparar los motos y los trineos, y el edificio para las radioconversaciones) y nos hicieron sentir como en nuestra casa. En la estación más austral del Planeta estuvimos cuatro días, como invitados especiales. Claro que después de decirles que hacía 39 días que habíamos salido nos ofrecieron una buena ducha".

"Preparen el asado"

El regreso de la expedición fue por el mismo camino. A veces veían sus huellas y tenían que encontrar los depósitos de combustible que fueron dejando para poder reabastecerse, juntando todos los desechos producidos para llevarlos a la base. "Fue muy duro --rememora el militar--, ya que con el afán de llegar cuanto antes a veces marchábamos más de un día, y algunas otras nos quedábamos dormidos manejando. Los peligros fueron los mismos, pero al no llevar tanto peso pudimos sortearlos con la velocidad de las motos."

Durante toda la marcha rumbo al Polo Sur las comunicaciones fueron indispensables para saber en que día marchaban, ya que al tener 24 horas de luz perdían la noción del tiempo y el contacto con tierra firme."Como con la base tuvimos permanente contacto por radio, y siempre sabían en donde andábamos, faltando unas siete horas para llegar les dije: ?Prepararen un buen asado´".

Las siguientes horas fueron complicadas porque una inesperada tormenta de nieve dificultó la marcha de las motos, que se enterraban. "Pero ya teníamos ganas de llegar y dormir en una cama --agrega el militar--, por lo que seguimos adelante y, en inmediaciones de la base, las condiciones mejoraron. Dos integrantes de la dotación vinieron a nuestro encuentro. Cuando llegamos estaban con sus cámaras de fotos y un gran cartel: ?Bienvenidos´. Fue muy emotivo, todos festejamos, había sido un triunfo del conjunto".

Pero el viaje al Polo Sur no había sido sólo una hazaña de coraje y resistencia de hombres y equipos. Durante los meses de marcha se efectuaron observaciones científicas y técnicas de geología, gravimetría y meteorología, mediciones de la capa de ozono y relacionadas con temas neurológicos de comportamiento humano

"No tendría problemas en volver al Polo, pero creo que hay que darle paso a otros --dice hoy Figueroa--. Hay muy pocos días en la semana en que no pasen por mi mente las imágenes de la expedición. Sólo en equipo pudimos lograrlo y no quedar en el camino, como tantos otros infortunados."

Por Luis Casabal y Ernesto G. Castrillón..."

Tomado de: La Nación.

domingo, febrero 22, 2004

Cada cierto tiempo el mundo de las Bellas Artes nos sorprende con la aparición de obras desconocidas de grandes maestro. En esta ocasión, como en la famosa "Carta Robada" de Poe, el secreto era tal porque siempre estuvo a la vista.

"...HALLAZGO DE UN EXPERTO DE LOS MUSEOS VATICANOS

Descubrieron que dos esculturas de la Capilla Sixtina son de Miguel Angel

Se trata de un candelabro y un capitel de la balaustrada que separa a la zona litúrgica. Están en el extremo derecho, con la escena del Juicio Universal de Miguel Angel en el frente.

Julio Algañaraz. ROMA. CORRESPONSAL.
jalganaraz@clarin.com

Miguel Angel realizó dos esculturas de mármol en la Capilla Sixtina —un candelabro y un capitel—, que después de casi cinco siglos han sido descubiertos por un experto de los Museos Vaticanos. Este verdadero acontecimiento para la historia del arte mundial fue revelado ayer por el diario romano La Repubblica. Una sorpresa singular porque las dos obras estuvieron siempre a la vista de todos, de millones de personas que visitan el lugar y que no advirtieron nunca que tenían delante de sus ojos a un Michelangelo secreto.

Orazio La Rocca, vaticanista de La Repubblica, entrevistó al director de Arte Bizantino de los Museos Vaticanos, el profesor Arnold Nesselrath (52), que tras largos estudios que han durado años llegó a la conclusión definitiva que el candelabro o Portacirios y el capitel que está debajo fueron esculpidos por Michelangelo Buonarroti mientras pintaba los célebres frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina, entre 1508 y 1512.

Convertido en un verdadero experto del arte, el profesor Nesselrath estudió las esculturas que están sobre la verja de mármol y hierro que divide en la Capilla Sixtina el sector del público de la zona litúrgica, donde celebra misa el Papa y donde tienen lugar los Cónclaves de cardenales que eligen a los pontífices.

Se trata de ocho grupos de decoraciones y podría deducirse que Miguel Angel esculpió el primero para que sus alumnos y los artesanos de la "Fábrica de San Pedro", que existe hasta hoy, copiaran los otros siete. Mirando de frente la pared del Juicio Universal, que Miguel Angel pintó muchos años después que los frescos de la bóveda, el candelabro y el capitel esculpidos por el genial renacentista están sobre la verja en el pilar marmóreo de la extrema derecha.

Hasta mediados del 1500, la verja se encontraba en el centro de la Capilla Sixtina, pero tras las restauraciones para alargarla se la corrió hacia un costado para dar más espacio al área litúrgica.

El profesor Nasselrath hizo muchos estudios comparados de las obras de Michelangelo y encontró la clave en dos estatuas pequeñas que el artista florentino esculpió cuando era joven para el altar Piccolomini del Duomo (catedral) de Siena.

El 18 de marzo próximo, Nasselrath presentará un libro sobre las restauraciones realizadas por los expertos de los Museos Vaticanos, dirigidos por el maestro Maurizio De Luca, de las obras del 1400 que se encuentran en las paredes de la Capilla Sixtina, entre ellas de Botticelli, el Ghirlandaio y el Perugino.

En el libro, toda una parte está dedicada al descubrimiento de que las obras marmóreas son de la mano de Miguel Angel. Los expertos vaticanos están convencidos de la bondad de la revelación del profesor alemán y entusiasmados con el enriquecimiento artístico de la Capilla Sixtina gracias a estas dos esculturas.

Orazio La Rocca, de La Repubblica explica en la edición de ayer que "desde el punto de vista estético, tanto el candelabro como el capitel presentan elementos decorativos típicos de la escultura clásica romana que tanto amaba Michelangelo Buonarroti. En ambas esculturas hay objetos florales y decoraciones de inspiración mitológica. Son muy característicos los dos delfines que hacen de soporte al capitel".

En cada elemento, y ésta es la tesis fundamental del libro del profesor Nasselrath, se transparenta "una evidente afinidad estilística con otras esculturas de Miguel Angel".

El director de Arte Bizantino de los Museos Vaticanos sostiene estar complemente seguro de la atribución porque "son muchos los elementos que concurren a demostrar que esas dos obras decorativas son de la mano de Miguel Angel". Son íntimas "las afinidades estilíticas con otras obras juveniles del florentino", sobre todo con las dos estatuas del altar de la catedral de Siena.

Con orgullo, el profesor Nasselrath hace otra revelación: su descubrimiento cuenta con el apoyo de Michael Hirst, el más grande experto viviente de arte de Miguel Angel. "Hemos confrontado largamente nuestros estudios y opiniones y Hirst está firmemente convencido de que las dos esculturas menores de la Capilla Sixtina fueron hechas por Miguel Angel, en particular al hacer un examen comparado con las estatuas que esculpió para el altar Piccolomini, que Andrea Bregna realizó para la catedral de Siena".


AUTOR DE OBRAS MAESTRAS DEL RENACIMIENTO


Genio indiscutido de la historia del arte

Más que mortal, divino", escribió Ludovido Ariosto, el gran poeta del Renacimiento italiano, de su admirado Michelangelo Buonarroti. Miguel Angel está considerado uno de los mayores creadores de toda la historia del arte.

Escultor, pintor y arquitecto incomparable, pequeño de estatura, barbudo y cascarrabias, había nacido en el pequeño pueblo toscano de Caprese el 6 de marzo de 1475 y murió en Roma en 1564. Pero Miguel Angel amó toda su larga vida a Florencia, la capital del Renacimiento, donde vivió una juventud feliz amparado por la todopoderosa familia Medici y el gran mecenas Lorenzo el Magnífico.

Allí desarrolló su talento, pero muy joven entre 1498 y 1500 hizo en Roma su primera obra maestra inmortal. Convocado por el papa Julio II Rovere, esculpió para la basílica de San Pedro La piedad, única obra que firmó. No sólo es de una dulce belleza extraordinaria la Virgen joven que tiene en su regazo al Cristo muerto, sino que el estilo y las técnicas significaron nuevos criterios de arte monumental del Renacimiento.

Después de realizar en Florencia entre 1501 y 1504 su escultura más famosa, el David, regresó a Roma donde demostró su talento extraordinario como pintor. Otra vez por encargo de Julio II, entre 1508 y 1512 pintó la bóveda de la Capilla Sixtina, una de las obras más geniales de la historia de la pintura. Muchos años después la completó pintando El Juicio Universal.

Antes había emprendido otros trabajos como la Tumba de los Medicis en Florencia y esculpió parte de la tumba de Julio II, que incluye otra de sus obras maestras: el Moisés. Radicado en Roma, se desarrolló como arquitecto. Rediseñó la plaza del Capitolio y proyectó obras en la basílica de San Pedro, como la cúpula, un paradigma para el mundo occidental.


La bóveda de la capilla más famosa del mundo

Es la capilla más famosa del mundo porque allí los Cónclaves eligen a los papas y por los tesoros artísticos incomparables que tiene entre sus muros, que ligaron estrechamente el nombre de la Capilla Sixtina con el de Miguel Angel. El papa Sixto IV (de allí su nombre) la mandó construir en 1477 y los trabajos concluyeron en apenas tres años. Sus medidas de 20,70 metros de alto, por 40,23 metros de largo y 13,41 metros de ancho no son casuales: Sixto IV quería que tuviera exactamente las medidas del Templo de Salomón. Y así fue.

En las paredes de la capilla trabajaron los más prestigiosos artistas del Renacimiento, desde Miguel Angel a Rafael, de Botticelli a Perugino y otros.

La bóveda, el techo interior, estaba pintada como un cielo estrellado. Julio II Rovere, pariente de Sixto IV, quería decorarla con pinturas que evocaran la mayor gloria de Dios y de Cristo. Convocó al joven Michelangelo Buonarroti, con quien mantuvo una relación personal de afecto pero a la vez tempestuosa. Julio II es recordado también como "el Papa guerrero" y se peleaba con Miguel Angel azuzándolo para que terminara su trabajo.

Cuatro años tardó el genio florentino en pintar la bóveda con el tema central de la Creación del mundo, basado en los relatos de los nueve libros de la Génesis bíblica. Miguel Angel concibió una obra majestuosa con dibujos y cartones. Después pintó en condiciones físicas tremendas, tirado de espaldas a varios metros de altura en los andamios, escupiendo la pintura que le caía en la cara. En las lunetas y en los ángulos pintó a los profetas, a las Sibilas y los antepasados de Cristo. Concluyó en 1512.

Veinticuatro años después, el papa Clemente VII le comisionó para la pared detrás del altar otra obra. Miguel Angel realizó El Juicio Universal, en la que Cristo árbitro es la figura central. El tema está desarrollado con casi 400 figuras, y el resultado está a la altura de las pinturas de la bóveda..."

Tomado de: Clarín.

viernes, febrero 20, 2004

La presencia de pirañas en el Amazonas no sorprenderia a nadie. Pero ¿en el Támesis?

"...Londres: hallan una piraña gigante en el río Támesis

Mide 10 centímetros; temen que un cardúmen se esté propagando por el río británico

LONDRES.- Una piraña de grandes dimensiones fue hallada hoy en el río Támesis de Londres y temen que un cardumen se esté propagando por el río británico, informó hoy la Agencia del Medio Ambiente (EA).

El pescado, que medía unos 10 centímetros, fue hallado en la cubierta de un barco que viajaba por el Támesis, tras caer del buche de una gaviota en vuelo.

Ese tipo de pirañas, de panza roja y que sólo se encuentra en ciertas áreas del Amazonas, en Brasil, suele atacar todo tipo de mamíferos, incluidos los humanos.

Por su parte, los investigadores y expertos británicos que analizan el caso aún no encontraron una explicación por el insólito hecho, aunque expresaron preocupación ante la posibilidad de propagación del pez.

El animal fue enviado al Acuario de Londres, donde permanecerá en exhibición.

Fuente: ANSA..."

Tomado de: La Nación.
El misterioso caso del editor gay que no puede contagiarse de SIDA.

"...SALUD

La extraña historia del hombre que no puede contagiarse de sida

Tiene una resistencia natural al VIH debido a una anomalía genética poco común. Su sangre podría ser la clave para una vacuna en el futuro.

Mariana Nisebe. De la Redacción de Clarín.com.
mnisebe@claringlobal.com.ar

Steve Crohn es editor freelance, vive en Manhattan, Estados Unidos, y es gay. Siempre ha reconocido que no practica sexo seguro y que, por ende, se expone regularmente al virus del sida por largos períodos. Como vio morir a varios de sus amigos íntimos, ha esperado por años el mismo final. Al no enfermarse, extrañado, comenzó a pensar que era inmune y fue así que se acercó al Instituto Aaron Diamond (www.adarc.org), uno de los principales centros de investigación de VIH en Nueva York, para someterse a varios estudios. Así se develó el enigma: tiene una resistencia natural al virus.

Corría el año 1996 y por ese entonces Crohn se convertía en el primer hombre identificado con tan dichosa característica. Su situación es bastante excepcional, ya que forma parte del escaso 1 por ciento de norteamericanos que llevan una mutación genética llamada Delta 32, la que los hace invulnerables al virus humano de la inmunodeficiencia. Se sabe, el VIH necesita penetrar en la célula que infecta para poder replicarse en su interior y producir nuevos virus. Para lograr acoplarse en una célula huésped, el virus se vale de 2 receptores identificados. Uno de ellos es el CCR-5 y Crohn es incapaz de producir CCR-5.

Los casos de individuos que permanecen sanos durante mucho tiempo entre la infección con el VIH y el desarrollo de la enfermedad son bien conocidos. Pero resultó que Crohn es totalmente resistente a la infección. Para comprobarlo, el doctor Bill Paxton, virólogo en el Diamond Aarón, tomó una muestra de glóbulos blancos del paciente (linfoncitos CD4), el blanco particular del virus, y los expuso a tres mil veces la cantidad de VIH que se necesita normalmente para infectar una célula. La sangre de Crohn nunca se infectó. El especialista comenzó entonces a estudiar su ADN hasta concluir que había cierta clase de “bloqueador”. Un examen adicional demostró que el mecanismo que impedía la propagación era el Delta 32.

Los científicos están convencidos que estos casos abren un potencial aliciente en la batalla contra el sida. Primero, porque la genética puede explicar procesos que no tenían respuesta, como el de grupos de prostitutas en África y Tailandia que se han expuesto al VIH diariamente durante años sin infectarse. Además, el caso de Crohn abre la puerta a una nueva investigación para encontrar la medicación que simule esta anomalía genética y bloquee la enfermedad. Sin embargo, los investigadores, que han analizado esta posibilidad, no son del todo optimistas. “El virus del sida tiene una alta capacidad de mutación capaz de volver ineficaces a muchas drogas en un plazo determinado” explicó el doctor Paxton.

A Crohn, semejante revelación en la composición de sus genes le ha llegado tras la dolorosa pérdida de amigos e, incluso, de su pareja de años, que murió de SIDA en 1982. Por mucho tiempo se preguntó por qué no le había tocado la misma suerte. Y por eso mismo fue que recurrió a la ciencia, seguro de que la explicación estaba dentro de su cuerpo. Sólo el 1 por ciento de los estadounidenses con ascendencia europea han heredado de ambos padres, como Crohn, la mutación “delta 32-homozygous”, la más resistente al virus. Pero esto no fue lo único que llamó la atención de los médicos, la salud del editor neoyorquino y de su familia es inmejorable y todos están libres de enfermedades que involucren al sistema inmune tales como alergias, asma o lupus.

Todavía es un misterio cómo el cuerpo reacciona o se protege frente al VIH. Y parte de la incógnita reside en que se trata un virus tan sui generis que ataca justo las células diseñadas para luchar contra los invasores: un enemigo que, lenta pero implacablemente, destruye el sistema inmunológico. Durante los últimos 15 años muchos científicos han buscado sin descanso una vacuna. Y Crohn sigue de estos avances: desde que le revelaron el secreto cree que en su cuerpo lleva una llave que puede ayudar a enfrentar la enfermedad y esto, confiesa, no lo deja dormir..."

Tomado de: Clarín.

miércoles, febrero 11, 2004

El Río color de león complica el planeado rescate del acorazado de bolsillo del Tercer Reich.

"...En Uruguay

Se retrasa el rescate del Graf Spee

Los fuertes vientos sobre el Río de la Plata impiden la recuperación del telémetro del barco alemán hundido

MONTEVIDEO.- El rescate de una pieza "de museo" del acorazado alemán Graf Spee, hundido en el Río de la Plata a comienzos de la segunda guerra mundial, debió suspenderse hoy debido a los fuertes vientos que soplaron en la zona.

La recuperación del telémetro, instrumento óptico para mejorar la puntería de los cañones, es el primer objetivo de los buzos, investigadores y expertos, que se proponen extraer íntegramente al navío en un plazo de tres años.

Ayer fracasaron cuatro intentos para sujetar al telémetro, de 27 toneladas, con el fin de rescatarlo. El fallido intento se atribuyó a las adversas condiciones climáticas, que impidieron el accionar de la grúa en la tarea.

"Acá no ha pasado nada, sólo se perdió un día de trabajo", comentó el jefe del operativo, el uruguayo Héctor Bado, para ahuyentar la sombra del fracaso del emprendimiento que, sostuvo, continuará no bien mejoren las condiciones climáticas.

El Graf Spee fue hundido a ocho kilómetros del puerto de Montevideo por su propio capitán Hans Langsdorff, el 17 de diciembre de 1939 tras una dura batalla con tres buques aliados, los británicos Exeter y Ayax y el neocelandés Achilles.

Langsdorff se quitó la vida días después en Buenos Aires, mientras que el resto de la tripulación fue internada en la propia capital argentina y en Montevideo.

El Graf Spee yace en el lecho de la bahía de Montevideo desde entonces, tras haberse partido en dos su estructura debido a la explosión provocada por su capitán para preservar los "secretos bélicos" del navío.

Buzos británicos y uruguayos lograron, en marzo de 1997, extraer un cañón de ocho metros y unas 3,5 toneladas de peso.

El intento del operativo denominado "Rescate al Graf Spee" es el más ambicioso de los realizados hasta el momento.

Bado no descartó hoy que, si las condiciones del tiempo lo permiten, las tareas para izar el telémetro se retomen mañana mismo.

Fuente: ANSA..."

Tomado de: La Nación.

martes, febrero 10, 2004

¿Fantasmas? Puede que no creamos en ellos... pero si en que existen fenomenos paranormales.

"...Córdoba: dicen haber visto un fantasma en la terminal de ómnibus

Los choferes de la empresa de Transporte Automotor Municipal denunciaron la aparición de "sombras negras"

CORDOBA.- Los choferes de la empresa de Transporte Automotor Municipal (Tamse), que presta servicio en la capital cordobesa, denunciaron públicamente la aparición de "un fantasma" que tiene a maltraer a los guardias de seguridad de la firma estatal.

Los guardias de la punta de línea de Tamse, sede ubicada en el barrio General Mosconi, aseguran haber visto durante varios días consecutivos, entre las 24 y las 4 de la madrugada a una "extraña figura".

"Los compañeros del tercer turno, la gente del taller y la gente de la guardia ha visto apariciones, ómnibus que se ponen en marcha solos, colectivos que se mueven", dijo el secretario de Prensa de la Unión Tranviarios Automotor, Franco Gilaberte.

Y, en ese insólito marco, sostuvo que "este tipo de cuestiones paranormales no sé hasta que punto van a llegar por lo que llamaremos a una parapsicóloga o a quien haga falta para que desembruje a la empresa".

Uno de los choferes comentó que sus compañeros ven desde enero a "los fantasmas" y que se trataría de "sombras negras, a las cuales ya se les han tirado hasta balazos y no pasa nada".

Fuente : DyN
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Más información: La Voz del Interior

Tomado de: La Nación.

lunes, febrero 09, 2004

Comienzan las labores de rescate de una leyenda de la Segunda Guerra Mundial.

"...En Uruguay

Comenzaron las tareas de rescate del Graf Spee

El buque está hundido frente al puerto de Montevideo desde 1939; dos remolcadores y una grúa trabajan en el lugar

A BORDO DEL REMOLCADOR ANGLIEN WARRIOR.- En medio de fuertes vientos, se inició hoy el rescate, de entre los restos de un legendario barco nazi, un instrumento de tecnología secreta para la época, que pesa 27 toneladas.

La magnitud de la operación y el tiempo desfavorable con vientos de hasta 30 kilómetros, determinó la utilización de dos remolcadores para respaldar a la grúa de 60 metros de altura que se espera levantará el pesado telémetro del acorazado.

El telémetro fue sujetado por cables de acero y desde una grúa de 60 metros de altura se intentará sacarlo del agua.

El capitán del remolcador Anglien Warrior, Evangelio Izquierdo, dijo que "venimos a asistir a la grúa porque el remolcador con el que salió de puerto tiene problemas para llevarla hasta el lugar del hundimiento. El remolcador original tiene poca potencia y el viento dificulta la maniobra".

En el lugar, a unos siete metros de profundidad por la parte baja del Río de la Plata en la zona de Punta Yeguas sobre el oeste del puerto montevideano, se encuentra el acorazado Almirante Graf Spee.

El hundimiento

El barco participó en diciembre de 1939 en la Batalla del Río de la Plata contra los cruceros aliados Achilles, Ajax y Exeter, a los cuales se unió el Cumberland.

Luego del combate, el barco dañado entró al puerto de Montevideo, donde el 17 del mismo mes, cuatro días después de su llegada, el capitán Hans Langsdorff lo hundió y luego se suicidó en Buenos Aires.

Héctor Bado, encargado de la operación de rescate del telémetro, dijo el domingo último que "eventualmente sacarlo va a demandar un tiempo más prolongado del previsto", originalmente estimado en tres horas.

El telémetro era un artefacto óptico para mejorar la puntería del acorazado, uno de los llamados "de bolsillo" por su relativamente corta eslora de 186 metros, el cual causó sin embargo fuertes daños a las escuadras aliadas en la segunda guerra mundial.

Versiones de la época dijeron que la decisión de hundirlo fue para que las fuerzas aliadas no tuviera acceso al telémetro, al cual estaba adosado un radar, que según Bado fue el primero en ser empleado en ese tipo de barcos.

El Graf Spee se encuentra partido en dos a unos ocho kilómetros de la costa del puerto de Montevideo sobre su lado oeste, frente al cerro que domina la bahía. Aproximadamente el 60% de su partido casco se encuentra sepultado en el lodo del Río de la Plata.

Fuente: AP..."

Tomado de: La Nación.

domingo, febrero 08, 2004

Un importante recurso que a veces pensamos no se consigue fácilmente en nuestro siglo, es una milenaria tradición en Japón: la Honestidad.

"...Una costumbre milenaria

Japón, el paraíso de la honestidad

Devolver dinero extraviado en la calle es un hábito nacional

TOKIO.- Quizás en otras partes del mundo un reluciente teléfono celular olvidado en el asiento trasero de un taxi, o un paraguas anónimo apoyado contra la puerta de un subterráneo, o un fajo de billetes que se le cayó a alguien en la vereda podrían ser dados por perdidos para siempre por sus respectivos dueños, resignados a los códigos implacables de las grandes ciudades.

Pero en Tokio, ciudad en la que viven 41 millones de personas, incluidos los habitantes del área metropolitana, es muy probable que esos objetos extraviados, al igual que muchos otros, sean entregados en el llamado Centro de Objetos Perdidos o en el Departamento de Objetos Encontrados de la Policía Metropolitana.

En un depósito de cuatro pisos, cientos de miles de objetos perdidos son minuciosamente catalogados según la fecha y el lugar en el que fueron hallados, y la información es ingresada en una base de datos. En todo Japón existen centros más pequeños de objetos extraviados y encontrados, un sistema de 1300 años de antigüedad que durante mucho tiempo precedió la unificación japonesa como nación y su urbanización. En los últimos años el sistema sobrevivió una recesión económica que provocó una proliferación general de delitos.

En 2002 la gente encontró y entregó en el Centro de Objetos Perdidos de Tokio unos 23 millones de dólares en efectivo, de los cuales el 72 por ciento fue devuelto a sus dueños después de que éstos convencieron a la policía de que era suyo. El 19 por ciento de ese dinero volvió a manos de quienes lo habían encontrado una vez transcurridos seis meses sin que nadie lo hubiera reclamado.

Si el dueño original no aparece después de ese lapso, quien haya encontrado el objeto o el dinero puede reclamarlo. Sin embargo, casi todos los que encuentran cosas ni se molestan en pedirlas luego. Los objetos y el dinero suelen terminar en las arcas del gobierno municipal.

Hitomi Sasaki, de 24 años, encontró 250 dólares en una bandeja debajo de una maceta, frente al restaurante donde trabaja. "Siempre devuelvo lo que encuentro, incluso carteras y bolsos", comentó Sasaki, que había llegado al centro para reclamar el dinero después de esperar medio año.

"Imagino el problema que debe ser para una persona que pierde dinero o una cartera. Solía vivir en Chicago, de modo que puedo decir que esto es maravilloso. Hoy vi en el Centro de Objetos Perdidos a una mujer que fue a retirar un paraguas. Esto es algo casi imposible de imaginar en otras grandes ciudades del mundo", se alegró.

Desde niños

A los japoneses se les enseña desde niños a entregar a la policía cualquier cosa que encuentren en su vecindario. De modo que la mayoría de las 200 a 300 personas que llegan al Centro cada día dan por sentado el funcionamiento del sistema.

Tatsuya Kozu, de 27 años, lo confirma: acababa de recuperar una billetera de cuero con sus tarjetas de crédito. "Estoy contento. Sencillamente vine aquí a retirarla", expresó.

Los estantes del Centro de Objetos perdidos están repletos de bolsas con objetos tan cotidianos como llaveros, anteojos, billeteras, teléfonos celulares y carteras. Pero también se pueden encontrar un casco de ciclista y un caballito de juguete que revelan el descuido de un niño. O pares de esquíes y bolsas para palos de golf, ejemplos de una afición abandonada, y cintas de bodas no reclamadas que acaso hablan del fin de algo más importante.

La existencia de las sillas de ruedas y las muletas es más difícil de explicar, aunque Nobuo Hasuda, de 54 años, e Hitoshi Shitara, de 47, veteranos funcionarios administrativos del sistema, tienen bien ensayadas las respuestas. "Me pregunto qué les habrá sucedido a los dueños", señala Shitara. Hasuda agrega sonriente: "Si ya no las necesitan porque se sanaron, ¡mejor!"

Uno de los pisos es un mar de paraguas, el objeto perdido más frecuentemente -330.000 en 2002, o 3200 por cada lluvia torrencial- y, con un índice del 0,3 por ciento, el menos reclamado. Ese bajo índice muestra la rapidez con la que Japón se enriqueció durante el transcurso de unas pocas generaciones. "En el pasado, una persona apenas si tenía un paraguas, o una familia debía compartirlo. El padre recriminaba a quien lo perdiera", explica Shitara.

Pero el objeto más devuelto -75 por ciento- es el teléfono celular, que desde hace tres años abunda en el Centro de Objetos Perdidos. Los dueños habitualmente llaman a su propio número o bien el centro los rastreo a través de su número de abonado y les envía una tarjeta de notificación.

Por Norimitsu Onishi
The New York Times
Traducción: Luis Hugo Pressenda..."

Tomado de: La Nación.
Hoy recordaremos al Cronopio Mayor.

"...LITERATURA: 20 AÑOS DE LA MUERTE DE CORTAZAR

Todos los juegos, el juego

El próximo jueves se cumplen 20 años de la muerte de Julio Cortázar, una buena excusa para rescatar su figura y el poder de una escritura que, más allá de ciertos reparos, resulta insoslayable en las letras latinoamericanas. De esa originalidad y esa vigencia se habla en este informe.

JORGE AULICINO. .

A fines de 1983, el escritor Julio Cortázar volvió por última vez a la Argentina. Tenía diagnosticada una leucemia. Moriría unos meses después, el 12 de febrero de 1984, hace 20 años. En el país se vivía una situación de alborozo por la caída de una dictadura militar y el ascenso al gobierno de un líder renovador surgido de un partido tradicional. Se criticó en sordina que Cortázar no fuera agasajado oficialmente por el gobierno de Alfonsín. No viene al caso reflotar esa discusión ahora. Lo cierto es que Cortázar no tuvo recepción oficial. Sin embargo, desde aquellos años, y hasta hoy, sus cuentos son material de lectura en los colegios. Esta canonización del escritor de izquierda corre paralela a la valoración desdeñosa de una parte de la crítica y ciertos colegas. Que no mella a su vez el soberbio capítulo que Cortázar escribió en la historia de la literatura argentina.

Pese a su polémica relación con la "revolución latinoamericana", Cortázar resulta aún un escritor demasiado oficialista respecto de esa revolución marchita, o bien demasiado glamoroso. Por otra parte, quienes piensan que los escritores dan el tono y el nervio a la historia, y en consecuencia eligen cuáles de ellos los dan mejor, tienen razón en ignorar a Cortázar. Si Cortázar tocó alguna cuerda que resonara en la historia, no era la cuerda que la mayor parte de los sociólogos de la literatura hubiesen querido que tocara ya que a lo largo de los años, se mantuvo puro en su juego. Escribía con enorme facilidad. Escribía para gozar. Extremó el juego hasta la intrascendencia, pero fue sobre todo un escritor que había decidido que su oficio podía confundir a la muerte.

Las trampas del tiempo

Acabo de caer en una jugarreta de Cortázar. Las suyas pueden adivinarse a veces, pero otras veces hacen sentir que el suelo se ablanda bajo los pies y que todo lo material se vuelve bastante relativo. Escuché una grabación de Cortázar, hecha en algún invierno en París, hace mucho. En el fragmento que escuché, Cortázar dice que retoma la grabación después de un resfrío que lo tuvo congestionado durante cinco días. Imagina al oyente, que bien pudo haberse ocupado de muchas cosas entre el momento en que comenzó a escuchar el disco y el momento en que a su vez lo retoma. Cortázar sugiere que bien puede ser verano en el momento en que el oyente vuelve al disco. Dice que quizá esté en mangas de camisa y tenga las ventanas abiertas, mientras que él se ha puesto un suéter amarillo, porque allá es invierno y nevó durante la noche (mientras escuchaba esto, tenía las ventanas abiertas y estaba en mangas de camisa). Y antes de que diga lo que va a decir, uno lo percibe; y percibe cómo eran de sustanciales para él estos juegos y trampas del tiempo. Porque uno siente la violenta, y a la vez extraña cercanía, la presencia material de alguien (¿Cortázar? ¿un fantasma?) antes de que esa voz diga: "Todo se da en este momento que todavía no existe para mí, mientras usted escucha estas palabras que yo grabé en el pasado, en un tiempo que para mí ahora es el futuro". Ese hombre no puede ser otro que el que escribió La noche boca arriba, un cuento imborrable.

El oráculo Borges

Jorge Luis Borges recordó una tarde de 1947 en que un muchacho se acercó "con el previsible manuscrito" a la redacción de la revista "Anales", de la que Borges era secretario de redacción. Aquel muchacho tenía 33 años y era casi un desconocido. Borges publicó el cuento. Era Casa tomada. El texto formaría parte de Bestiario (1951), su primer libro de cuentos. Aunque el libro fue ignorado, así principiaba a hablar. Habla también esa escena en que un escritor ya ciego recibe de un muchacho presumiblemente callado un cuento donde se narra una invasión fantasmagórica a una vieja casa en la que viven dos hermanos solterones. La presencia pálida de Cortázar seguramente se le hizo evidente a Borges aunque su vista fallara (sólo le permitió percibir la figura de "un muchacho muy alto"). Cortázar se le hizo evidente por esa no evidencia suya, así como los enigmáticos invasores de Casa tomada se manifiestan sólo por un ruido sordo, un murmullo. El cuento es borgeano, para qué negarlo, pero insiste en detalles muy concretos y cotidianos, que hacen más perverso el misterio. Cortázar insistiría por esa vía y Borges le reconocería el mérito, en un comentario sobre Cartas de mamá publicado en 1983, en el que comienza recordando aquella tarde en la revista "Anales". "Una historia fantástica debe admitir sólo un hecho fantástico para que la imaginación del lector la acepte fácilmente —escribe Borges—. Esta prudencia corresponde al escéptico siglo 19, no al tiempo que soñó las cosmogonías o el Libro de las Mil y Una noches. En Cartas de Mamá lo trivial, lo necesariamente trivial, está en el título, en el proceder de los personajes y en la mención continua de marcas de cigarrillos o de estaciones de subtes. El prodigio requiere esos pormenores."

El joven Florencio

Nacido en Bruselas, hijo de un funcionario del consulado argentino, traído a la Argentina a los cuatro años, Cortázar fue Julio Denis cuando comenzó a publicar en revistas de los años 40. Fue en esos años maestro en ciudades bonaerenses y profesor de literatura francesa en Mendoza. Dejó la docencia oficial porque era un declarado antiperonista. El profesor José Luis Trenti Rocamora se tomó el trabajo de rastrear la bibliografía de Cortázar y encontró que su primer trabajo literario lo firmó con su nombre verdadero presentado de esta forma: J. Florencio Cortázar. Se trata del poema Bruma aparecido en la revista "Addenda", del Centro de Estudiantes de la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta, en la que se recibió como Profesor Normal en Letras ese año, 1935. Este rastreo sólo parecería revelar las vacilaciones de autor de Cortázar. Cuando asume su apellido, publica su primer libro contundente. Desde entonces cultiva la fantasía y el rigor. Trabaja el cuento como una estructura más o menos digresiva, pero en la que un hecho inesperado o extraño comienza a manejar el asunto según su lógica. En los libros Final de juego (1956) y Las armas secretas (1959) se encuentran algunas de las gemas de su obra: La noche boca arriba, Continuidad de los parques, Las babas del diablo.

En 1951 se va a París, como traductor de la UNESCO. Ya había comenzado a mostrar aquel aspecto lúdico de su literatura, que extremaría en varias ocasiones y que no sería bien recibido en las trincheras adustas de la izquierda en los dramáticos sesenta/setenta argentinos (Historias de Cronopios y de Famas, 1962). Cuando estalló el boom de la literatura latinoamericana, con la publicación de Cien años de soledad, de García Márquez (1967), fue inútil la premura de algunos críticos por incluirlo en el boom. Porque el tal boom había dejado de ser un fenómeno editorial para convertirse en una escuela literaria, casi en un culto, cuyos oficiantes principales eran quienes presuntamente narraban un continente en el que campeaban, de la mano, la injusticia y las maravillas. Cortázar, pro cubano, no integraba ese orbe, por porteño y francófilo. Y había algo más, Dios nos salve: en 1963 había publicado Rayuela, una novela que creó fans que se empeñaban en parecerse a sus personajes, más cerca del hippismo, si se quiere, o de la algarada estudiantil surrealista que se produciría en 1968, en París, o simplemente de la bohemia intelectual parisina de los cincuenta, que de (caramba) este continente atroz, prodigioso e insurgente. La novela, que puede leerse según dos formas distintas de ordenar los capítulos, es la historia de un argentino en París, de su sueño de un "kibbutz del amor", amasado en un desasosiego digamos existencial, y de su relación con dos mujeres. La primera, La Maga, es libre y azarosa. Causó estupor la estructura caprichosa, y legiones de imitadoras, La Maga.

Pero veamos lo que escribía en 1959, en la referencial revista "El grillo de papel", el escritor Abelardo Castillo. "Sin (el cuento) El Perseguidor, Las Armas Secretas hubiera sido un nuevo libro de Julio Cortázar, uno de los mejores cuentistas argentinos —un gran cuentista que urde malicioso, exacto a veces, el mecanismo del misterio o la sorpresa—; con El Perseguidor el libró adquiere una dimensión repentinamente humana. Podemos aplicar a Cortázar un juicio que él mismo ha escrito: es culpable de literatura, nada le gusta más que imaginar excepciones, individuos fuera de la especie, monstruos no siempre repugnantes. Es cierto. Pero a veces también es culpable de humanidad. En "El Perseguidor" esta culpa alcanza su expresión más bella."

Vano intento el de Castillo. El perseguidor, basado, se supone, en la figura del saxofonista Charlie Parker, es un relato en el que el protagonista es un hombre, las razones de un hombre para vivir de una forma o de otra su existencia. Pero, ¿cómo decirlo?, sucede en París, y el personaje es un músico de jazz... Cortázar también diría que con ese cuento por primera vez se acercó a la condición humana. No necesitaba apelar a este argumento para mitigar su figura de converso. Tales argumentos se asocian a los de aquellos críticos del "campo socialista" que, para convencer a los custodios del realismo soviético de que Dostoviesky no debía ser censurado en su patria, presentaban al estudiante Raskolnicov, asesino por supuestas razones morales, como producto de las condiciones económicas imperantes bajo el zarismo.

La izquierda era demasiado grave y Cortázar era demasiado volátil. No tuvo grandes dificultades con sus compañeros, y sin embargo dijo sus temores acerca del curso que podía seguir aquello que había comenzado en Cuba. Lo dijo con absoluta transparencia: "Libro de Manuel (1973) fue una tentativa de desquitinizar (por la quitina, sustancia a la que debe su dureza el caparazón de los artrópodos) esos proemios revolucionarios que vagamente se asomaban en la Argentina y que no llegaban a cuajar. Ese libro fue escrito cuando los grupos guerrilleros estaban en plena acción. Yo había conocido personalmente a algunos de sus protagonistas aquí en París, y me había quedado aterrado por su sentido dramático, trágico, de su acción, en donde no había el menor resquicio para que entrara ni siquiera una sonrisa, y mucho menos un rayo de sol. Me di cuenta de que esa gente, con todos sus méritos, con todo su coraje y con toda la razón que tenían de llevar adelante su acción, si llegaban a cumplirla, si llegaban al final, la revolución que de ellos iba a salir no iba a ser mi Revolución". El párrafo se lee en la charla con Omar Prego, publicada por Alfaguara en 1985.

Cortázar no tañía la cuerda que se esperaba, no. Su contribución a la literatura argentina debe verse de otra forma. Con mayores o menores méritos, según cómo se mida, su novela capital está en el orden de las epopeyas espirituales, como las que escribieron Marechal y Arlt. En el cuento encontró el mejor terreno para poner a prueba la apariencia de las cosas. Su prosa era envolvente, era fluida; a veces sobreactuaba el modo de malabarista con que arrojaba sus naipes. Le gustaba el box y había dicho que no le interesaban los boxeadores que ganan por la fuerza: "Lo que me fascinó siempre fue ver a uno de esos boxeadores enfrentado con un maestro que, simplemente con un juego negativo de esquives y de habilidad, conseguía ponerlo en condiciones de inferioridad". Esta juvenil disposición, esta habilidad provocadora frente a su oficio, fue su capital. Tenía algo de fantasmagórico, de infantil y de ausente. Jamás podría haber escrito un cuento de verdadero terror. En sus mejores momentos, que no son pocos, lo acercaba a uno al filo de una cierta irrealidad, como cuando un rostro desconocido y amable sonríe, y en la sonrisa deja entrever algo siniestro de su alma. Monstruo inofensivo de alguna casa solitaria de por aquí no más, Cortázar era ese hermano que estuvo demasiado tiempo jugando solo.


Cortázar básico

BRUSELAS 1914 PARIS 1984. ESCRITOR

Nació en Bruselas y vivió en el país desde los cuatro años. Su infancia está marcada por el temprano abandono de su padre, Banfield, los cuentos de Poe y la educación de su madre María Scott. Se recibió de Maestro Normal y enseñó en escuelas de Bolívar y Chivilcoy. En 1938, con el seudónimo de Julio Denis, publica su primer libro de poemas "Presencia". También publica artículos y cuentos en revistas como Cabalgata, Realidad y Sur. Su primer libro de cuentos, "Bestiario", se publica en 1951, el mismo año en el que recibe una beca de Francia y parte hacia ese país donde trabaja como traductor en la UNESCO. Su obra fundamental se resume en libros como "Final de juego" (1956), "Las armas secretas" (1959), "Los premios" (1960), "Historias de Cronopios y de Famas" (1962) , "Rayuela" (1963), "62/Modelo para armar" (1968), "Un tal Lucas" (1979), y "Queremos tanto a Glenda" (1980). En 1966 asume su compromiso con las luchas de liberación latinoamericanas y publica "El Libro de Manuel" (1973). Muere en 1984 y es enterrado en el cementerio de Montparnasse (París).


ME PARECE

Cortázar esencial

LILIANA HEKER ESCRITORA


Tuve la suerte de un Cortázar personal, previo al ruido y a la costumbre argentina de endiosarlo o denostarlo. Entonces él no tenía aún una cara, ni siquiera tenía una voz, esa voz tan particular que le conocimos después leyéndonos "Torito" desde un casete, y que se nos pegó tanto. Ni voz, ni cara, sólo tres libros de cuentos que bastaban para que uno identificara a Cortázar para siempre. De eso quiero hablar: del deslumbramiento, y el aprendizaje, que significó para mí leer "Las puertas del cielo" o "Casa tomada" o "Final del juego" o "El perseguidor". De la alegría supersticiosa, la primera vez que publiqué, al saber que en ese mismo número de "El grillo de papel" se estaba publicando un cuento inédito de Cortázar, esa pequeña joya que es "Continuidad de los parques". Con esos textos construí tempranamente a Cortázar, y también con la lúcida conferencia sobre el cuento que les dio a los jóvenes escritores cubanos, y con algunas páginas brillantes de "Historia de Cronopios y de famas" y con muchos capítulos inolvidables de "Rayuela", leídos antes, o a contrapelo, de la devoción violenta y multitudinaria que provocó esa novela y que le otorgó a Cortázar una cara difundida y un aura. Después vinieron discusiones, reconciliaciones, polémicas y encuentros. Y está bien todo eso, es parte del quehacer literario y de la pasión. Pero lo me queda como lectora, sigue siendo lo mismo del principio: ese Cortázar esencial que me deslumbra cada vez que vuelvo a leerlo y que ahora convive, sin conflicto, con recuerdos personales y con la cadencia de su voz, tan particular.


Escritor y compañero de aventuras

MARCOS MAYER, CRITICO

Las relaciones que se pueden mantener con un escritor son muchas. Se puede sentir cierta mezcla de intimidación y respeto ante las citas —apócrifas o no— de Borges o los arrebatos sentimentales y políticos de Sarmiento, uno puede treparse a la velocidad de César Aira, o ir acomodando la respiración a la inesperada sintaxis de Juan José Saer. Los lectores de Cortázar —que son muchos, muy constantes y devotos— lo consideran, más que un escritor, un compañero de aventuras. Claro que esto no es ajeno a su propuesta. Sus lectores no han hecho más que agarrar el guante que se les ha arrojado. Basta detenerse en algunos títulos: "Rayuela", "62 Modelo para armar", "Final de Juego", "La Vuelta al día en ochenta mundos", como para que quede claro que lo que domina gran parte de la literatura de Cortázar, sobre todo la que ha logrado sobrevivir a los textos de coyuntura, es la idea de juego. Un buen ejemplo de esto es el cuento "La noche boca arriba". La historia comienza con un motociclista que sufre un accidente en una ciudad a medias real. En sus delirios de hospital sueña con un guerrero presumiblemente azteca que trata de escapar de su destino de ser sacrificado. Todos creen que el soñador es el personaje contemporáneo pero el final revela que es exactamente al revés. La propuesta es clara, como en todo juego: "a ver quién gana". Algo parecido ocurre con los famosos capítulos prescindibles de "Rayuela" y su orden aleatorio. La muy discutida distinción entre lectores macho y hembra de la que habla en el prólogo puede interpretarse como un código de barrio: "A ver si sos macho y te bancás leerlo de una manera no convencional". También es un juego exponer las fantasías de la sexualidad adolescente en ese prodigioso cruce de voces que es "La señorita Cora". El juego tiene la ventaja de romper fronteras, una obsesión de Cortázar que también escribía para unir mundos distantes entre sí —lo americano y lo europeo, la realidad y lo fantástico, el pasado y el presente. Esa pulseada que se retoma cada vez que alguien recorre por primera vez algunos de los cuentos de "Bestiario" o textos de "Ultimo Round" es la clave bien humorada, aunque no exenta de marcas trágicas y dolorosas, con que un escritor ha construido lectores dispuestos a jugar el juego interminable de la literatura.


ASI ESCRIBE


Fragmentos de "Rayuela"

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola comi si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

........................................................................

—La hora justa, casi nada pedís, pibe —dijo Oliveira, bostezando—. Pero es cierto que ya les pegamos el tiro de gracia. Con una rosa, en vez de una bala, por decirlo así. Lo que sigue es costumbre y papel carbónico, pensar que Armstrong ha ido ahora por primera vez A Buenos Aires, no te podés imaginar los miles de cretinos convencidos de que estaban escuchando algo del otro mundo, y Satchmo con más trucos que un boxeador viejo, esquivando el bulto, cansado y monetizado y sin importanle un pito lo que hace, pura rutina, mientras algunos amigos que estimo y que hace veinte años se tapaban las orejas si les ponías Mahogany, ahora pagan qué se yo cuántos mangos la platea para oír esos refritos. Claro que mi país es un puro refrito, hay que decirlo con todo cariño.

—Empezando por ti —dijo Perico—. Aquí has venido siguiendo el molde de todos tus connacionales que se largaban a París para hacer su educación sentimental. Por lo menos en España eso se aprende en un burdel y en los toros, coño.


Otras fuentes sobre Cortázar

Libros

Después de Cortázar: historia e interiorización. David Viñas, Casa de las Américas
Julio Cortázar: el escritor y sus máscaras. Mercedes Rein, Ed. Diaco.
Julio Cortázar: una búsqueda mítica. Saúl Sosnowski,Ediciones Noé
Historia personal del boom. José Donoso, Anagrama
Cinco miradas sobre Cortázar. Roberto Fernández Retamar, Tiempo contemporáneo

INTERNET

www.literatura.org/cortazar
http://sololiteratura.com/cortazarprincipal
http://www.cortazar2004.org/
http://www.geocities.com/juliocortazararg/
http://members.lycos.co.uk/mancuspias/

Tomado de: Revista Ñ, Clarín.com
 
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