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Misterio e intriga de principio a fin... curiosidades, hechos bizarros e increibles, lo "paranormal": todo lo diferente a la cotidianeidad tiene lugar en esta bitacora de fenomenos e interrogantes de dificil respuesta... porque ¡aún no hemos perdido la capacidad de asombro!

domingo, agosto 29, 2004

Pasiones tecnol?ógicas

Entre tecnoadictos y tecnofobos, las oportunas reflexiones de un cientifico:

"...PENSAMIENTO

Pasiones tecnológicas

Para el científico Tomás Buch, el peligro de la tecnología no es su aparente descontrol, sino la exagerada dependencia y confianza en ella.

Por Ana Laura Pérez .

Para el común de la gente la tecnología es algo cada vez más extraño. ¿Hasta qué punto es real esa sensación?

A partir del Paleolítico, la tecnología es la característica diferencial de nuestra especie, pero ocurre que, desde hace poco, la evolución de las tecnologías se ha acelerado y se notan diferencias generacionales en las respuestas de la gente a esos avances. Es muy notable cómo los chicos suelen manejar las computadoras con mayor soltura que los adultos . Pero el riesgo es otro.

¿Cuál?

El peligro no es que percibamos la tecnología como algo diferente del ser humano, sino que ya no podamos prescindir de ella. Es la asociación de la tecnodependencia con la tecnofobia lo que puede producir efectos inesperados. Sin embargo, en general, la gente se acostumbra muy rápido a las nuevas comodidades.

No se ve claramente cuál es el riesgo.

El riesgo está en que desarrollemos una exagerada confianza en la previsibilidad de nuestras vidas. Hasta el pasado reciente, la vida era mucho más azarosa: uno podía morirse de cualquier fiebre desconocida o ser conchabado para el ejército si lo agarraban desprevenido por la calle. Ahora consideramos al trasplante de órganos como un derecho más que nos asiste.

¿Qué es exactamente la tecnofobia?

Tecnofobia es responsabilizar a la tecnología de los males de la sociedad. Se expresa como un miedo exagerado a una realidad muy compleja en términos técnicos. En ciertos casos instala temores específicos, como el miedo indiscriminado al cáncer. Socialmente se han elegido objetivos predilectos para ese odio, como la energía nuclear y las especies transgénicas.

Pero son tecnologías riesgosas...

Si bien cada tecnología está asociada a un riesgo, y es necesario tenerlos en cuenta, lo malo es cuando la fobia entorpece una evaluación objetiva y conduce a posturas extremistas. Es obvio que las radiaciones hacen mal si no se las controla. Pero también tienen beneficios. Y el rechazo abierto de ciertas tecnologías contrasta con la aceptación de otras, como el uso de combustibles fósiles, que está cambiando el clima. Le doy otro ejemplo muy simple: los automóviles matan a mucha más gente que los aviones, pero es mucha más la gente que teme volar que la que teme viajar por tierra; y aún así, desdeñan medidas de seguridad elementales como usar cinturones y revisar los frenos. De modo que las actitudes tecnofóbicas más diversas tienen, en general, poco que ver con los riesgos reales.

Desde Aristóteles, siempre hubo opositores a las nuevas tecnologías. ¿Qué tiene de nuevo esta tecnofobia?

No debemos confundir los avances científicos con sus impactos tecnológicos, aunque existe una estrecha relación recíproca entre ambas actividades. En la actualidad, la resistencia a los avances científicos proviene solamente de ciertos fundamentalistas bíblicos que aún combaten contra la teoría de la Evolución y las leyes de la termodinámica.

Entonces, ¿cuáles son las raíces de la tecnofobia actual?

Una de las raíces de la tecnofobia está en la percepción de la pérdida de los fines en, y por parte de, una sociedad hipertecnificada. Por ejemplo, no es culpa de la televisión, como objeto tecnológico, que predomine la chabacanería y el sensacionalismo. Creo que la tecnofobia verdadera se basa en la convicción de que el ser humano ha tocado zonas demasiado sensibles al meterse en las intimidades de la materia para usarlas para fines malvados -las armas nucleares son la máxima expresión de esto- y en las intimidades de la vida para lucrar.

Entonces el eje sigue pasando por las ya conocidas críticas contra la destrucción nuclear y el desempleo.

BR> No creo que esas sean las principales objeciones, aunque sí son las más fundadas. El impacto de la tecnología sobre el empleo es un tema pendiente y respecto a la ecología, tiene mucho que ver el estilo de desarrollo depredador de recursos naturales. La tecnología da los medios para talar toda una selva o vaciar un mar de sus peces, pero no es la que provee las razones para querer hacerlo.

¿Cree que es razonable la desconfianza de la tecnología?

Creo que hay razones para desconfiar del sistema social, más que en la tecnología como tal. Si el fin último de los humanos no fuese el lucro sino el bienestar de todos la tecnología podría contribuir a alimentarnos a todos y a darnos a todos una vida plena y creativa. Además, creo que las acciones tecnofóbicas encaran al enemigo equivocado.

¿Por ejemplo?

El principal problema de la minería es una pésima ley de los 90 y no el empleo de tales o cuales tecnologías.

¿Qué piensa, en cambio, de aquellos que creen que la ciencia es infalible?

Los creyentes en la infalibilidad de la tecnología son tan nefastos e irracionales como los tecnófobos. Sin embargo, la ciencia es crítica de sus propios resultados, mientras que las afirmaciones dogmáticas son esencialmente autoritarias. Incluyendo aquella de la religión de la técnica que afirma que, siempre, los males ocasionados por la tecnología se corregirán con más tecnología.

Quén, qué

Tomás Buch nació en Berlín, en 1931, pero se radicó en la Argentina siendo chico. Es licenciado en Química por la UBA y doctorado en la Northwestern University (EE.UU.). Docente universitario, se dedicó al desarrollo de nuevas tecnologías en la empresa INVAP y a la divulgación con los libros El Tecnoscopio y Sistemas Tecnológicos (Aique) y el flamante Tecnología en la vida cotidiana (Eudeba).

Para seguir pensando
LIBROS
El manifiesto del Unabomber Atribuido a Theodore Kaczinski (1995). Proclama antitecnológica del matemático estadounidense acusado de matar a varias personas con cartasbomba..."

Tomado de: Clarín.
 
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